Me encuentro sumido en un proceso de globalización inversa, y hoy es la prueba de fuego, la batalla definitiva. En mi táctica de reconquista, decido embestir donde más le duele a mi primogénito, santo baluarte, símbolo de su imperio; las patatas fritas.
Para elaborar la receta con patatas, rescaté de mi álbum de fotos la imagen de unos niños sonrientes ataviados con todo lo necesario, túnica larga de vivo color naranja y recordé la visita al criadero de elefantes.
Un grupo de escolares peripuestos con uniformes celestes, entre los que destacaban un pequeño grupo de aprendices de monje budista, se abalanzaba sobre los paquidermos de menor tamaño para ofrecerles alguna golosina en forma de fruto seco.
En el almuerzo, los escolares hambrientos formaban un corro y extendían sus brazos con el objetivo de alcanzar uno de los regalos que repartía la tutora.
Cobijados todos en la misma sombra, observamos como se aproximaba uno de los críos con aspecto astuto y escurridizo y cuyo atrevimiento le había permitido pasar gran parte de la mañana bromeando con nosotros. Alzó, a modo de ofrenda, ambas manos cargadas con un cucurucho de papel, sin pensarlo y con agradecimiento propio de un convidado, descubrí al tacto su contenido.
Se trataba de patatas guisadas, tiernas, jugosas, aromáticas y algo coloreadas, en las que destacaba sobre todo su sabor especiado, entre dulce y picante.
Aún sigo pensando en esas sonrisas, imágenes llenas de amistad, fuerza, dinamismo y espiritualidad que caracterizan especialmente a Sry Lanka, antigua Isla de Ceylán. Es famosa por sus pagodas, santuarios en forma de campana de tamaño gigantesco, su té, idolatrado por los ingleses en la etapa colonial, y como no, por sus plantaciones dedicadas con esmero al cultivo de especias y plantas aromáticas.
Embriagado por los recuerdos, vuelvo a la realidad. ¡Lleva ya casi dos platos!, no sé si en verdad le ha gustado el cambio de fritas a aromatizadas, o es consecuencia de algún refuerzo positivo cuando sugerí visitar algún día el parque de atracciones.
- Haber niño, ¿qué quieres de postre?
- ¿Quién yo?; ¡MÁS PAPAS!
Texto y fotos Leo Fabre
PATATAS ESPECIADAS
- 3 patatas grandes
- Aceite de oliva
- 1/2 cucharadita de comino en grano
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de semillas de cilantro
- Sal
- Zumo de medio limón
- Hervir las patatas enteras con piel hasta que estén suaves, pero que no se deshagan (unos 20 min.).
- Pelar y cortar las patatas en cuadradillos pequeños.
- A fuego medio-alto saltear las semillas unos 10 segundos.
- Añadir la cúrcuma, las patatas y la sal, dorar las patatas removiendo con cuidado.
- Incorporar finalmente el zumo de limón, remover y servir caliente.