La lista de los beneficios para la salud que tiene la danza es extensa ya que Influye positivamente tanto en los aspectos físicos como emocionales. Sólo hay que realizar una pequeña búsqueda en internet para comprobarlo. Sin embargo, todas estas acciones beneficiosas adjudicadas a la danza bien se podrían colocar en el listado de cualquier otra actividad lúdica o deportiva realizada en grupo, sin apenas notar la diferencia.
Entonces, ¿Cuál es el verdadero potencial de la danza en relación a la salud? ¿Qué le diferencia de otras actividades? ¿Qué tiene de especial?
La especie humana es el resultado de la adaptación al medio para sobrevivir. En esta adaptación, las informaciones que se pueden captar con los órganos sensoriales se vuelven esenciales, de manera que gran parte de nuestra fisiología se ha adaptado a esta circunstancia. El cuerpo dispone de un sofisticado sistema para captar información, infinidad de receptores que informan al cerebro de lo que pasa dentro y fuera de nuestro organismo.
Esta entrada de información es imprescindible para que el cerebro pueda organizar las diferentes funciones fisiológicas de nuestro organismo, para que funcione bien nuestra máquina necesita aportes exteriores e interiores de todo tipo, la alimentación es la esencia de nuestra función, necesitamos tener un cerebro alimentado de información permanentemente.
Estamos sometidos permanentemente a informaciones nocivas para nuestra salud, ya sean físicas, mecánicas, químicas o emocionales. La corteza cerebral recibe e interpreta, con o sin nuestra voluntad, los estímulos sensoriales captados, produciendo cambios en los órganos viscerales a través del sistema nervioso autónomo y en los músculos del esqueleto a través del sistema nervioso somático, proceso que denominamos somatización.
Estas informaciones procesadas en el Sistema Nervioso Central determinan tres tipos de respuestas simultáneas;
- Mecánica, en nuestro sistema músculo-esquelético.
- Visceral, relacionada con los procesos bioquímicos internos.
- Psicológica, interpretando los procesos emocionales ocurridos.
Como consecuencia de estas respuestas se pierde flexibilidad, una de las principales cualidades que posee el ser humano para permitirle adaptarse al medio. El aumento de rigidez ocasionado por la retracción de los tejidos, produce determinados síndromes de atrapamiento en las fascias y músculos, modificando el movimiento natural del cuerpo humano y disminuyendo, por mecanismos de compresión, la circulación sanguínea y la eliminación de toxinas.
Esta falta de flexibilidad no es sólo física, se ha dicho siempre que una persona poco flexible es una persona intransigente, esta característica le proporciona al individuo poca capacidad de adaptación y eso le lleva a un estado de alerta permanente y a la frustración.
Por lo tanto no pensemos que una persona es más “flexible” porque se puede estirar más que otra, dependerá sobre todo de la fluidez de los tejidos, de la facilidad para mover su cuerpo de manera natural, y del grado de conciencia corporal durante el movimiento.
En cuanto a la calidad del movimiento, pocas actividades pueden igualar a la danza ya que combina gran cantidad de movimientos con características diferentes, desde movimientos aprendidos o improvisados a movimientos espontáneos y naturales. Todos bajo una misma premisa; integrar la música, el espacio, las emociones, la relación con el grupo, y desarrollar tu propia personalidad.
Algunos beneficios de la práctica de la danza:
- Aumenta la conciencia corporal en movimiento y esto permite a nuestro cerebro captar mejor la información sensorial para producir una respuesta más acorde a las necesidades.
- Aumenta la fluidez de nuestros tejidos ya que combina el estímulo físico y emocional al mismo tiempo, liberando la estructura de patrones posturales y de movilidad preestablecidos.
- Mejora la respuesta visceral equilibrando las emociones.
La danza en relación a la salud mejora la respuesta del organismo en los tres niveles, mecánico, visceral y psíquico
Leo Fabre