Este viaje en barcaza va a acabar con mi paciencia, se está haciendo interminable. Frustración.
Los pescadores con sus canoas exiguas no dejan pasar, no paran de alborotar cruzándose en nuestro camino, no sé qué pretenden pescar aquí ni para qué llevarán esos pájaros negros de tan mal agüero.
Alrededor sólo se ven montes y más montes, tedioso paisaje monocolor, cinco horas así son casi insoportables.
El día se presenta aciago, el calor unido a la humedad no me deja respirar y el sudor empapa la camiseta. Y encima nublado.
Bueno, al menos ya llaman para la comida. Tofu, ¿qué será eso? Espero que no sea uno de esos bichos raros que preparan en la comida cantonesa.
Suave brisa atraída por el navegar sereno, día despejado a media tarde, frescor de juncos en la orilla, verdes arrozales, unión plasmada para el deleite del navegante, disfrute del sosiego, serenidad.
Pequeñas canoas varan cerca de la orilla, en su interior dos personajes sacados de algún tapiz de la antigua china. Marineros de agua dulce con largas perillas blancas, protegidos del sol con paja conversan con sus compañeros de faena, los cormoranes. Una vez atrapado con su generoso pico, si el pez tiene el tamaño apropiado, lo devuelve a la barca para gozo de su mentor.
Dicen que Guillin es la ciudad más bella del mundo, pero no es cierto. Se encuentra empequeñecida gracias a su esplendoroso paisaje circundante, pictórico por su belleza y armonía, acuarela oriental, un hermoso vergel en forma de río envuelto en una ristra de montañas de picos romos, coronados por una suave neblina.
Lo que sí es cierto, es que las cosas se ven de diferente manera con el estómago lleno.
Texto y fotos Leo Fabre
EL TOFU
El tofu es un derivado de la soja amarilla, por lo tanto pertenece al grupo de las leguminosas. Cultivada en Oriente hace más de 3.000 años ha sido uno de los principales recursos proteínicos durante generaciones. El tofu se obtiene formando un cuajo prensado al cortar la leche de soja. Tiene un efecto refrescante, de sabor delicado y textura cremosa y ligera, combina muy bien con alimentos con sabor más fuerte y absorbe el sabor de los ingredientes que le acompañan.
Sus ventajas son:
- Es rico en carbohidratos, vitaminas del grupo B y E, hierro, fósforo, sodio, potasio y fibras de buena calidad.
- Contiene sólo un 4´3% de grasas de las cuales el 80% son no saturadas.
- No sólo está libre de colesterol sino que es rico en ácido linoléico que permite eliminar los depósitos de colesterol ya existentes.
- Posee un 8% de proteínas frente al 3,5% de la leche de vaca, además tiene una alta digestibilidad, el 95%.
- El tofu comercializado en tiendas de alimentación se cuaja con nigari, (cloruro de magnesio natural), por lo que contiene un 23% más calcio que la leche de vaca.
ALBÓNDIGAS DE TOFU Y ALGAS NORI
- ½ paquete de tofu fresco
- Pan rallado
- 1 zanahoria
- Ajo
- Cilantro en hojas
- Salsa de soja
- Sésamo tostado
- Harina de garbanzos
- Desmenuzar el bloque de tofu
- Dorar ligeramente en aceite, el ajo picado con un poco de cilantro y la zanahoria rallada.
- Añadir el tofu, un poco de alga nori ligeramente tostada, semillas de sésamo, pan rallado, y un poco de salsa de soja.
- Mezclarlo todo bien y moldear la pasta, dándole forma de albóndiga.
- Rebozar cada albóndiga con un poco de harina de garbanzos.
- Calentar aceite de oliva y freírlas hasta que se doren.
- Retirar y colocarlas en una bandeja con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.